Windows pierde los colores

El próximo 29 de febrero está previsto el lanzamiento de la versión Consumer Preview de Windows 8. Por fin podremos descubrir las novedades que se llevan trabajando durante meses para el sistema operativo. Lo que ya no es una sorpresa es el logotipo, que Microsoft ha presentado el pasado viernes. 


Pasan de la bandera de colores a unos trazos que recuerdan más a una ventana. La intención además es la de reflejar las famosas casillas o paneles (tiles), que son el principio en el que se basa la nueva interfaz Metro de Windows 8 y Windows Phone. A mí personalmente me gusta que sea más sencillo y que lo hayan dejado monocroma, pero echo de menos un poco de chispa. Lo que no se puede negar, eso sí, es que se está haciendo una esfuerzo notable por simplificar todos los elementos de la marca en su conjunto; desde la usabilidad de su software hasta su imagen corporativa. Acierto.


Como dato curioso que más de uno ha notado ya: viendo la evolución del logotipo, el de Windows 8 al que más se parece es al primero, al de Windows 1.0 lanzado en 1985. Así aunque el cambio respecto a la versión anterior sorprenda, no se aleja de la esencia de sus orígenes.